Gasto Cardiaco
El gasto cardiaco es la cantidad de sangre que bombea el corazón hacia la aorta cada minuto. También es la cantidad de sangre que fluye por la circulación y uno de los factores más importantes que debemos que tener en cuenta en relación con la circulación, ya que es la suma de los flujos sanguíneos de todos los tejidos del organismo.
El retorno venoso es la cantidad del flujo sanguíneo que vuelve desde las venas hacia la aurícula derecha por minuto.
El retorno venoso y el gasto cardíaco deben ser iguales entre sí, excepto durante algunos latidos cardíacos que se producen cuando la sangre se almacena o elimina temporalmente del corazón y los pulmones.
El gasto cardíaco varía mucho con el nivel de actividad del organismo. Entre otros, estos factores afectan directamente al gasto cardíaco: 1) el nivel básico del metabolismo del organismo, 2) el ejercicio físico, 3) la edad y 4) el tamaño del organismo.
En promedio, un varón sano en reposo, en posición supina y de tamaño promedio, puede bombear por latido, una cantidad aproximada a los 70 ml de sangre (cada ventrículo), y promedia 5.0 L/min (70 ml x 72 Imp).
El índice cardiaco, que es el gasto por minuto por metro cuadrado de la superficie corporal, es de 3.2 L en promedio.
El gasto cardiaco se ajusta en forma continua para que el sistema cardiovascular opere y cumpla con las necesidades de transporte sanguíneo del cuerpo en todo momento.
En los varones jóvenes y sanos el gasto cardíaco medio en reposo alcanza los 5,6 l/min y 4,91 l/min en las mujeres. Cuando también se tiene en cuenta el factor de la edad, se dice que el gasto cardíaco medio de un adulto en reposo es casi 5 l/min en números redondos, ya que la actividad corporal y la masa de algunos tejidos disminuyen cuando aumenta la edad.
Se ha demostrado que el gasto cardíaco aumenta en proporción a la superficie corporal. En consecuencia, el gasto cardíaco se expresa en términos de índice cardíaco, que es el gasto cardíaco por metro cuadrado de superficie corporal.
Mecanismos de Regulación
En personas sanas, el corazón bombea de 4 a 6 litros de sangre por minuto en estado de reposo, pero con ejercicio extenuante el corazón puede bombear de 4 a 7 veces ésta cantidad. Existen mecanismos básicos de regulación para el control del volumen bombeado por el corazón:
En respuesta a las modificaciones del volumen sanguíneo que fluye hacia el corazón, existe la regulación cardiaca intrínseca del bombeo.
Regulación a cargo del sistema nervioso autónomo para el control de la frecuencia cardiaca y del bombeo cardiaco.
Mecanismo de Frank-Starling
Se le denomina mecanismo de Frank-Starling a la capacidad intrínseca del corazón para adecuarse a los volúmenes crecientes del flujo sanguíneo. Esto significa que mientras más se expanda el músculo cardiaco durante el llenado, mayor será la fuerza de contracción y aumentará el volumen de sangre que bombea hacia la aorta. Los tejidos periféricos controlan su propio flujo sanguíneo local, y los flujos tisulares locales se mezclan y a través de las venas retornan hacia la aurícula derecha.
Nervios simpáticos y parasimpáticos
Los nervios simpáticos y parasimpáticos (vagos) inervan abundantemente al corazón y contribuyen al control de la función eficaz del bombeo en el corazón.
La estimulación simpática puede incrementar el gasto cardiaco (sangre bombeada por minuto) hasta por más del 100%, sin embargo, en respuesta a la estimulación vagal (parasimpático) puede ser disminuido hasta el valor de cero a casi cero.
Otros mecanismos de regulación
Efecto de los iones de potasio y calcio
El potasio en grandes cantidades puede bloquear la conducción d los impulsos cardiacos en el haz AV desde las aurículas a los ventrículos. También provoca que el corazón se encuentre dilatado, flácido y con una disminución en la frecuencia cardiaca. Esto ocurre debido en parte a que las altas concentraciones de potasio en el líquido extracelular disminuye el potencial de membrana en reposo de las fibras musculares cardiacas.
Al contrario de los efectos provocados por el exceso de potasio, una cantidad elevada de calcio puede ocasionar una contracción espástica, ya que estos iones actúan de manera directa en el inicio del proceso contráctil del músculo cardiaco.
Efecto de la temperatura en la función cardiaca
Durante la fiebre o cualquier factor que eleve la temperatura corporal ocasiona un ascenso de la frecuencia cardiaca (puede alcanzar hasta el doble de lo normal). En cambio, la disminución de la temperatura provoca una marcada disminución de la frecuencia cardiaca.
Factores que provocan un corazón hipereficaz
Hay dos tipos de factores que hacen que el corazón bombee mejor de lo normal: 1) la estimulación nerviosa y 2) la hipertrofia del músculo cardíaco.
Efecto de la excitación nerviosa para aumentar la función de bomba cardíaca
La combinación de la estimulación simpática y de la inhibición parasimpática tiene dos efectos que aumentan la eficacia de la función de la bomba del corazón:
Aumenta mucho la frecuencia cardíaca
Aumenta la fuerza de la contracción cardíaca (lo que se conoce como aumento de la contractilidad) hasta el doble de lo normal.
Al combinarse ambos efectos, la excitación nerviosa máxima del corazón aumenta el nivel de la meseta de la curvatura de gasto cardíaco casi hasta el doble que la meseta de la curva normal.
Aumento de la eficacia de la bomba cardíaca causada por la hipertrofia cardíaca
El aumento a largo plazo del trabajo cardíaco, aunque no con una carga tan excesiva como para dañar el corazón, provoca el aumento de la masa y de la fuerza contráctil del corazón, del mismo modo que el ejercicio intenso provoca la hipertrofia de los músculos esqueléticos.
Factores que provocan un corazón hipoeficaz
Cualquier factor que disminuya la capacidad del corazón de bombear la sangre provoca la hipoeficacia. Algunos de los factores que consiguen este efecto son los siguientes:
-Aumento de la presión arterial contra la cual debe bombear el corazón, como la hipertensión.
-Inhibición de la excitación nerviosa del corazón.
-Factores patológicos que provocan alteraciones del ritmo cardíaco o de la frecuencia cardíaca.
-Bloqueo de una arteria coronaria, para provocar un ´´Ataque Cardíaco´´.
- Cardiopatía valvular.
-Cardiopatía congénita.
-Miocarditis, una inflamación del músculo cardíaco.
-Hipoxia cardíaca.
El sistema nervioso tiene un papel enormemente importante para prevenir la caída de la presión arterial hasta niveles desastrosos cuando los vasos sanguíneos tisulares se dilatan y, por tanto, aumenta el retorno venoso y el gasto cardíaco por encima de lo normal.
El gasto cardíaco se mantiene sorprendentemente constante de una persona a otra. Hay muchas anomalías clínicas que aumentan o disminuyen el gasto cardíaco.
Elevación del gasto cardíaco
Una de las características distintivas de las situaciones que elevan el gasto cardíaco es que todas son el resultado de la reducción crónica de la resistencia periférica total y ninguna es consecuencia de una excitación excesiva del propio corazón.
Beriberi
Fístula arteriovenosa (cortocircuito)
Hipertiroidismo
Anemia
Disminución del gasto cardíaco
Cualquier factor que interfiera con el retorno venoso también provoca el descenso del gasto cardíaco. Estos son algunos de los efectos:
Descenso del volumen de sangre
Dilatación venosa aguda
Obstrucción de las grandes venas
Reducción de la masa tisular, en especial de la masa de músculo esquelético
Reducción del ritmo metabólico de los tejidos
Referencias bibliográficas
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